Un jubilado alemán que quería sellar la entrada a su sótano terminó encerrándose en él.

Tras acampar en el sótano por varios días, resolvió buscar la libertad derribando una pared, pero eligió demoler la de su vecino en vez de la que acababa de levantar.
Desde algún tiempo atrás, el hombre estaba en desacuerdo con sus vecinos y ellos informaron a la policía cuando escucharon los ruidos de perforación.
La policía esperaba al jubilado cuando logró su gran escape y ahora comenzó una investigación.