La noche del viernes, como si fuera un capítulo de comedia, una mujer decidió darle un toque picante al antro. "Bailar desnuda", pensó ella, mientras los asistentes se preguntaban si habían llegado al lugar correcto o si de repente estaban en una versión muy peculiar de "La Sirenita".
La joven, en un alarde de espontaneidad, comenzó a despojarse de sus prendas como si estuviera participando en una subasta de ropa. "Paños menores, aquí vamos," debió pensar mientras la audiencia se quedaba con la boca abierta, seguramente buscando la cámara oculta.
Los organizadores del evento, en un acto de apoyo a la moda minimalista, decidieron no intervenir y dejaron que la escena se desarrollara. ¡Claro, quién necesita ropa en un bar, de todos modos, es sobrevalorada! El animador incluso anunció, en un tono que seguramente buscaba ser tranquilizador, que "aquí nadie obliga a nadie a hacer nada." ¡Oh, la filosofía del perreo moderno!
Por supuesto, las redes sociales no dejaron pasar esta joya del entretenimiento y el video se volvió viral más rápido que un chisme en el trabajo. El sábado, sin embargo, la diversión fue más fugaz que un eclipse solar. ¡El "Marchante" fue clausurado! Al parecer, las autoridades no entendieron el espíritu festivo del lugar y decidieron poner fin a la fiesta.
Así que, en resumen, la inauguración del "Marchante" en Veracruz pasó de ser un evento esperado a un ejemplo de cómo la diversión puede tener consecuencias inesperadas. ¡La próxima vez, tal vez deberían etiquetar el evento como "Ropa opcional" desde el principio!
Os dejo el vídeo: