
En una noche que prometía ser de puro fuego en una despedida de soltera en Monterrey, las cosas se salieron de control cuando “Ricky el Tigre”, un stripper con más músculos que cerebro, metió la pata hasta el fondo y dejó a todos con la carcajada atorada en la garganta. Lo que empezó como una sorpresa sexy terminó en un show que nadie olvidará, pero por las razones más chistosas.
Todo comenzó cuando las amigas de Lucía, la futura novia, contrataron a Ricky para darle un toque picante a la fiesta. El plan era simple: él llegaría disfrazado de policía, con esposas en mano y un tanga debajo del uniforme, listo para hacerla sonrojar. Pero el destino tenía otros planes, y Ricky, que no es precisamente el rey de la orientación, entró por la puerta equivocada y cayó en la sala de Doña Chabela, la abuela de 78 años que vivía en el departamento de al lado.
Ahí estaba Doña Chabela, viendo su telenovela con una taza de atole, cuando de repente aparece este galán de 1.90, quitándose la camisa y gritando: “¡Prepárate, mi reina, que esta noche te arresto por robarme el corazón!”. La abuela, lejos de asustarse, se quitó los lentes, lo miró de arriba abajo y soltó: “Ay, mijo, ¿pues qué te robé pa’ que vengas tan destapado?”. Las amigas de Lucía, que escucharon el alboroto, llegaron corriendo y encontraron a Ricky bailándole un perreo a Doña Chabela, mientras ella le aplaudía y le decía: “¡Muévelo, que pa’ vieja no estoy tan ciega!”.
La confusión se aclaró entre risas y gritos, pero Ricky, ya entrado en calor, decidió terminar su rutina para las dos audiencias. Lucía acabó muerta de la vergüenza, mientras Doña Chabela le pedía a las muchachas que lo contrataran para su cumpleaños: “Este muchacho sí sabe alegrar el rancho”. Las fotos del momento se hicieron virales en X, con comentarios como “Cuando contratas un stripper pero la abuela se lleva el show” y “Doña Chabela, la verdadera reina de la noche”.