Una situación alarmante se desencadenó en la Escuela Primaria Osmaston CofE el pasado viernes, 16 de mayo de 2025, cuando un estudiante sorprendió a todos al presentar una granada de la Segunda Guerra Mundial durante una asamblea de "show and tell". El incidente, que generó una rápida respuesta de los servicios de emergencia, llevó a la evacuación inmediata de estudiantes y personal, mientras expertos en desactivación de explosivos del ejército acudieron al lugar.
La directora, Jeanette Hart, relató que la asamblea transcurría con normalidad hasta que un estudiante mostró una carcasa de bala antigua, un objeto previamente conocido por el personal. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando otro alumno sacó de su bolsillo una granada, un recuerdo familiar que había tomado sin el conocimiento de sus padres. “Fue algo totalmente inocente. No creo que el niño supiera realmente qué era. Habíamos estado hablando sobre el Día de la Victoria en Europa, y él pensó que era algo interesante”, explicó Hart.
Consciente del peligro potencial, Hart actuó con rapidez. Aunque no estaba segura de si la granada estaba activa, decidió no correr riesgos. Tomó el artefacto y lo colocó detrás de un árbol robusto en el estacionamiento de la escuela, mientras se contactaba a los servicios de emergencia. “No estaba completamente cómoda llevándola, para ser honesta”, confesó la directora al describir su esfuerzo por evitar el pánico.
La Policía de Derbyshire y especialistas en explosivos del ejército llegaron rápidamente al lugar. Tras un análisis con equipos de rayos X, los expertos confirmaron que la granada no representaba peligro. La policía elogió la “rápida reacción” del personal escolar y emitió un consejo a los padres: “Revisen cuidadosamente lo que sus hijos llevan a las sesiones de ‘show and tell’, especialmente si son reliquias familiares”.
El incidente, aunque resuelto sin consecuencias, dejó una lección importante. Hart tuvo una conversación con el estudiante, subrayando que su intención fue inocente, pero destacó la necesidad de mayor precaución. Este no es el primer caso de este tipo; en noviembre de 2024, una escuela en Hampshire enfrentó una situación similar cuando un niño llevó un dispositivo explosivo histórico a una actividad similar.